La última carta de Gareca

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La selección chilena enfrenta el desafío más complejo de su historia reciente: con una nómina renovada y bajas sensibles, Gareca busca el milagro en las últimas fechas de las Eliminatorias. El margen de error es nulo y el futuro del DT también está en juego.

 

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La última nómina de Gareca: sorpresas, ausencias y la apuesta por la experiencia

 

Ricardo Gareca presentó la que podría ser su última convocatoria al mando de la selección chilena, en un momento crítico para la Roja. La lista de 28 jugadores para enfrentar a Argentina y Bolivia trae varias sorpresas, tanto por los regresos como por las ausencias de referentes históricos. Figuras como Igor Lichnovsky, Víctor Dávila y Marcelino Núñez regresan al equipo, mientras que nombres como Eduardo Vargas, Fernando Zampedri y Diego Valdés quedaron fuera de la nómina, lo que ha generado debate en la opinión pública

El DT defendió la inclusión de experimentados como Arturo Vidal y Esteban Pavez, argumentando que el rendimiento en la selección no siempre refleja la situación en sus clubes. “Las convocatorias no tienen que ver con el rendimiento en el club, sino lo que fueron demostrando cuando los tuvimos nosotros”, explicó Gareca, subrayando la importancia de la experiencia en momentos decisivos

La ausencia de un “9” tradicional preocupa, pero Gareca confía en alternativas como Víctor Dávila y Alexis Sánchez, quien vuelve tras una larga ausencia por lesión. El técnico dejó la puerta abierta a convocar jugadores del medio local si es necesario, mostrando flexibilidad ante la urgencia de sumar puntos.

 

Un escenario límite: ¿Qué necesita Chile para clasificar al Mundial?

La situación de la Roja en la tabla es alarmante: actualmente ocupa el último lugar de las Eliminatorias Sudamericanas con apenas 10 puntos. Según análisis recientes, Chile tiene un 95% de probabilidades de quedar eliminada del Mundial 2026, y la clasificación directa es prácticamente una utopía35.

Para mantener vivas las opciones, el equipo de Gareca debe ganar los cuatro partidos restantes: ante Argentina (5 de junio), Bolivia (10 de junio), Brasil (septiembre) y Uruguay (septiembre). Solo así podría aspirar al séptimo puesto, que otorga acceso al repechaje, tradicionalmente alcanzado con al menos 22 puntos.

La presión es máxima: una derrota ante Argentina o Bolivia dejaría a Chile sin margen de error y, probablemente, sin Mundial. Además, el futuro de Gareca está directamente ligado a estos resultados; la ANFP podría hacer uso de una cláusula para prescindir del técnico sin indemnización si la eliminación se confirma tras esta doble fecha.

El desafío es mayúsculo, pero la ilusión persiste en el plantel y el cuerpo técnico. Gareca, que ha insistido en su deseo de continuar y en la importancia de los procesos largos, sabe que solo una hazaña deportiva podrá cambiar el destino de la Roja y el suyo propio.