SÚPER CAMPEÓN

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El Bayern Múnich se consagró campeón de la Champions League por sexta vez, luego de derrotar por 1-0 al PSG y, de paso, levantó la Orejona de forma invicta.

Pese a lo raro de esta edición, los alemanes consiguieron 11 victorias en 11 partidos jugados, con 43 goles a favor. Jaja, una locura total la de los Bávaros.

El gol de la gloria lo anotó Kingsley Coman, quien en el segundo tiempo aprovechó un centro que lo encontró solo, libre de marca, en el segundo palo de Keylor Navas, quien nada pudo hacer.

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El partido

Desde el comienzo los alemanes se mostraron sólidos, como en todo el torneo, y nunca salieron a especular, asumiendo el riesgo que eso implicaba ante los cracks que el PSG tiene en ofensiva.

Manuel Neuer dejó claro porqué es el arquero titular de Alemania, pese a la gran competencia que tiene. El 1 tuvo atajadas soberbias y dio una clase magistral de cómo se usa TODO el cuerpo al momento de atajar.

A los 17′ le tapó un remate a Neymar que iba directo al fondo de la red y luego también le tapó el centro atrás. A los 21′, el palo le dijo ‘no’ a Lewandowski cuando el buen Keylor Navas nada podía hacer y luego, a los 30′, el costarricense le tapó un cabezazo al 9, que buscaba su gol a toda costa.

A los 69′, Neuer le tapó un remate rasante a Marquinhos con su tobillo derecho, cuando los franceses vivían su mejor momento, pero el destino ya estaba escrito y poco y nada se podía cambiar.

Factor Flick

El DT del Bayern llegó como interino a mitad de temporada, cuando Bayern Munich navegaba sin rumbo. Parecía que sería una temporada complicada, pero el nuevo entrenador cambió la dinámica del equipo y metió un fútbol asfixiante desde la presión alta. Luego de muchos goles, los muniqueses terminaron ganando el triplete por segunda vez en su historia.

Gloria para el Bayern, que festejará con 800 schop de cerveza bávara. Salud por eso.