Colo Colo perdió con Jorge Wilstermann, sí, contra un equipo que ni siquiera tiene nombre de club deportivo, y quedó eliminado de la Libertadores y también de la Sudamericana, en un nuevo papelón continental.
Tampoco nos vamos a engañar, viéndolo en el torneo nacional, uno podía prever que no había nivel para estar entre los 16 mejores del continente, pero el fútbol es fútbol y la ilusión siempre está.
Y luego del pitazo inicial, aún más, ya que los bolivianos jugaban igual de mal, pero claro, a ellos el resultado les servía.
Y es que Colo-Colo nunca incomodó a un equipo que jamás había sacado ni un empate jugando en Chile, un plantel que hasta ahora tenía 13 goles en contra y solo uno a favor en cuatro partidos, pero que ahora se va a su casa con tres puntos en el bolsillo, con el orgullo de ganarle al Cacique en su cancha y, encima, con la clasificación a octavos como líder del grupo. Increíble. Y todo gracias a Colo Colo, que así le hace pasar una vergüenza a sus hinchas y también al fútbol chileno, que cada vez pesa menos en Sudamérica.
Cuando hay un sorteo, cualquier hincha agradece un boliviano en su grupo. Claramente son el queso 🧀, pero hoy ni para ganarle a los que siempre pierden, alcanza.
En un momento, Quinteros, a quien no le voy a caer porque llegó recién, metió tres delanteros en el área y uno se imaginaba que serían 20 minutos de centro tras centro, pero ni eso! Ni un centro bueno sacó el equipo, nadie fue capaz de meter un centro! Yo no lo puedo creer, un centro al área te pido, nada más.
En fin, la única clara la tuvo Blandi y fue porque el centro lo desvió un boliviano, sino, una pelota a la frente no le llega nunca al argentino, que además anda falto de suerte.
Campos cabeceó un córner al palo sobre el final, pero qué importa ahora, si encima Campos no debería ni jugar en este equipo, seamos sinceros.
En el medio nadie tiene compañeros para triangular, los laterales no pasan porque no hay un volante que les juegue profundo y arriba cada uno hace lo que puede: Blandi se intentaba enganchar y Parraguez ayudaba en la marca.
En fin, sería todo señores, qué partido horrible, qué vergüenza de juego, qué equipo malo que no metió tres toques buenos seguidos en 96 minutos.
¿Se merece este plantel quedarse afuera de todo? Por supuesto que sí. Enoja, obvio, pero tengan claro que eso evita una vergüenza aún mayor y eso, a esta altura, se agradece.